domingo, 29 de marzo de 2009

PRIMERA PARTE 1938-1948. CAPÍTULO 9º: "Juegos de la infancia 2"

Y... aquellos baños "furtivos" que nos dábamos en la ribera o en la Toma de El Molino del "Jorobao" corriendo por lo menos cuatro kilómetros, aprovechando la ligera siesta de los "papás", para estar en la casa antes de que se levantaran.
Recuerdo al primo Amador que casi siempre venía junto a mí, igual que al fútbol, pues, aunque era algo más pequeño que yo, siempre le gustó estar conmigo. Poco después pasó a ser aprendiz en la Barbería, oficio que ya le valió para siempre como medio de vida. Ya en Sevilla, trabajó con nosotros hasta que dejamos el oficio, definitivamente, Jacobo y yo. Después, cuando se cerró la Barbería se estableció por su cuenta hasta su jubilación. Fuimos siempre juntos a ver a "nuestro Sevilla f.c." hasta que yo me cansé de aguantar las nuevas formas de comportamiento del público, de la "valoración de las piernas de los jugadores" y otras circunstancias, para mí, intolerables.

jueves, 12 de marzo de 2009

PRIMERA PARTE 1938-1948. CAPÍTULO 8º: "Juegos de la infancia 1"


Los niños, disfrutábamos jugando a la pelota, al marro, la billarda, la pinchaera, con los aros de hierro, que gracias a nuestros padres nos hacían en la herrería; a la Piola, a la Banderita y a muchos juegos más. La pelota ya sabemos todos que se refiere al fútbol, traído por los ingleses que explotaban las minas de Río Tinto en la provincia de Huelva, también en la de Sevilla, concretamente, Minas del Cerro del Hierro en la villa de San Nicolás del Puerto. Nuestros amigos los "maruchos"(gentilicio). El marro era un juego que consistía en cogerse de la mano todos los participantes menos uno que era "el castigado", a veces escogido al azar y otras por orden del más "mandón" (casi siempre Enrique Vargas, hoy, con todo mi cariño y respeto).Todos "enfilaban hacia el castigado" cogidos de la mano y formando una sola hilera a lo ancho de la calle, y si este, era capaz de burlarlos antes de llegar a la barrera señalada previamente, pasando al lado opuesto, se libraba. Sorteándose a quien le tocaba de "nueva víctima". A veces este juego o similares, (nunca el fútbol) se ejecutaba mixto, o sea, chicos y chicas. Los demás juegos, creo que son más conocidos, por ello paso de explicarlos.

jueves, 5 de marzo de 2009

PRIMERA PARTE 1938-1948. CAPÍTULO 7º: "La subsistencia en aquellos años"

Como os decía, existían dos guardias municipales,Venturín y Colaso, así se les llamaba, a los que ahora se les denomina Policía Local. Por cierto que, según recuerdo, parecían diez, por lo menos, a la hora de vigilarnos. Más de una vez algunos chavales se ganaron algún que otro golpe de fusta que dolía muchísimo. Fusta que podría medir de largo unos cuarenta o cincuenta centímetros por cuatro o cinco de diámetro. Recuerdo que era confeccionada, con la verga de un toro, bien resecada al sol y forrada de cuero ligero. Como para no doler. Aún la recuerdan algunos de aquellos que han sobrevivido.
Los padres de familia, sin trabajo y sin ningún otro recurso, estaban en total penuria entre la recogida de cereales y aceitunas. Su única subvención era la de buscar, en campo abierto, alimentos silvestres (espárragos, tagarninas, collejas, berros, setas y similares) vendiendo parte de lo encontrado para comprar de estraperlo un pan de a kilo, que a veces había que repartir entre diez o doce personas, niños y mayores. Eso, o pasar hambre si al cabeza de familia no le tocaba "a dedo" ser escogido por un propietario, para alguna labor agrícola. Acto que se realizaba en la llamada "plazoleta" del pueblo, donde se reunían los obreros para esta "suerte". Además, se podía tomar el sol si el día era bueno, porque eso sí, ¡EL SOL ERA GRATIS!
La buena leña y las chimeneas sólo la disfrutaban los pudientes. ¡Bueno! que "me cuelo" y ya os decía que no estoy dispuesto a entrar en política, aunque me cuesta, cuando recuerdo tanta miseria y tantas injusticias.